Una fiesta olímpica, con un histórico Nieto de Kika como pregonero para el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria 2025

Orlando Jiménez, presidente de la histórica afilarmónica aruquense, será el pregonero del Carnaval de las Olimpiadas en la capital grancanaria

El Carnaval quema la Sardina y anuncia una fiesta olímpica para 2025, con un histórico Nieto de Kika como pregonero

19/02/2024

La Sardina ardió en las aguas de Las Canteras para despedir al Carnaval 2024. Los Carnavales del Mundo dijeron adiós, para dejar inmediatamente después el anuncio de la alegoría que ambientará la próxima edición de las fiestas en 2025: Las Olimpiadas. La temática, que ha sido elegida por los ciudadanos y ciudadanas a través de voto telemático, se ha convertido en la protagonista final de la última jornada del programa carnavalero de este año. Junto a Orlando Jiménez, presidente de la Afilarmónica de Los Nietos de Kika que dará el pistoletazo de salida oficial a las carnestolendas del año que viene con la lectura del pregón.

Más de 25.000 personas despidieron un Carnaval sin precedentes en Las Palmas de Gran Canaria. Al menos, en este siglo XXI: «Los carnavales del Mundo» han sido los de la fiesta en La Isleta, que ha concentrado los principales actos del programa y las celebraciones de Carnaval de Día y las Noches de Carnaval. La multitud de este domingo, 18 de febrero, dominada como era de esperar por la presencia de las estruendosas viudas plañideras, acompañó a la comitiva de la Sardina hasta la playa de Las Canteras para su tradicional quema. Allí ardió el pez, y se despidió la fiesta sin que se pudiera realizar el espectáculo de drones previsto debido a dificultades técnicas.

Más allá de la masiva presencia de mascaritas, la Reina del Carnaval, Katia Gutiérrez Thime; el Drag Queen, Elektra; la Reina Infantil, Liah Guardia Suárez; o la Gran Dama, Eva Costa Santiago; el acto de despedida del Carnaval 2024 tuvo un marcado acento de continuidad. De conexión con el futuro inmediato, con el anuncio en el que ha sido el último acto de estas fiestas (o el primero de las siguientes) de cuál será la alegoría para ambientar las siguientes celebraciones.

Después de que se cerraran las votaciones por SMS este sábado, 17 de febrero, quedó clara la temática escogida por aprobación popular entre la terna propuesta: la Olimpiadas, la Historia o el Medio Ambiente. Finalmente, el público del Carnaval se ha decantado por la temática olímpica para entregarse a las celebraciones del próximo año.

Un Carnaval olímpico

El Carnaval de las Olimpiadas 2025 girará en torno a una cita tan universal como las carnestolendas, y que sintoniza perfectamente con el carácter abierto y cosmopolita de Las Palmas de Gran Canaria. Desde los antiguos Juegos Olímpicos que se organizaban en la antigua Grecia, pero también a partir de su recuperación en 1896 bajo el espíritu enunciado por el barón Pierre de Coubertin, este gran encuentro del deporte mundial emplaza periódicamente a representantes de las diferentes culturas bajo los valores olímpicos universales.

Los Juegos, en efecto, ‘dan juego’ para el disfraz: ya sea como discóbolo o atleta coronado con laurel o bien como deportista de hoy, en cualquiera de las disciplinas olímpicas. Atletismo, natación, deportes de equipo, de verano e invierno… Las posibilidades aquí resultarán infinitas para las imaginativas mascaritas en la capital grancanaria, así como para los diseñadores de las fantasías de aspirantes a las coronas de la fiesta y los diferentes grupos del Carnaval. Qué mejor que un Carnaval Olímpico para unas celebraciones que tienen carácter internacional, que siempre han sido de medalla y en las que nunca han faltado las alusiones y referencias al deporte.

Orlando Jiménez

«Los Carnavales del Mundo» en Las Palmas de Gran Canaria tampoco se han querido despedir sin el anuncio del próximo pregonero. Será el presidente de los históricos Nietos de Kika, Orlando Jiménez, el encargado de anunciar las fiestas el próximo año. Una designación que siempre tiene un cariz de reconocimiento de la ciudad para los elegidos, que en realidad se extiende en este caso tanto a la figura del propio Jiménez como a la histórica Afilarmónica de Arucas.

Del pregonero de 2025 hay que resaltar su implicación histórica con el Carnaval, y su condición de miembro fundador de la Afilarmónica. Ahí es nada: su figura está directamente ligada a la recuperación del Carnaval en la capital grancanaria. No en vano, sus Nietos, una formación que siempre ha defendido como un grupo “familiar” en el que se han venido juntando amigos de Arucas y la propia capital grancanaria, destacaron en los primeros carnavales oficiales después de la dictadura. Sus tres primeros premios de interpretación en el concurso de murgas, en los años 1977, 1980 y 1982 valieron a los de Kika para ascender a la condición de Afilarmónica.

Con casi medio siglo de historia en el Carnaval, la agrupación que preside Jiménez ha optado por no competir más en el certamen, y defender una posición diferenciada como murga. Su presencia y constante compromiso con las fiestas la han convertido en un verdadero icono carnavalero. A pesar de padecer tiempos difíciles (se disolvió en 2003, pero regresó en 2006), Los Nietos de Kika han mantenido esa posición histórica y referencial. Fueron galardonados en 2023 con la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias, atesoran un disco de oro e incluso llegaron a actuar junto a Tina Turner, en Madrid, en el año 1987.

Estos Nietos fueron la primera murga del Carnaval, junto a Los hijos de Caín. Y han conservado su espíritu en buena medida a la impronta que siguen dejando sus fundadores. Como el desaparecido Tomás Pérez (el concurso actual de murgas le dedica un premio a la calidad de las letras) o, cómo no, nuestro querido Orlando Jiménez.

“Nuestro estilo nunca ha sido el ahora”, ha defendido el presidente de los irreductibles de Kika. Jiménez, que también ha estado al frente de la Fundación para el Arte y la Cultura Tomás Pérez González, es mucho más que un histórico del Carnaval. Su dedicación demuestra que ser un Nieto de Kika es mucho más que un sentimiento. Dignificando siempre el disfraz de payaso y enarbolando la sátira como una seña de identidad del Carnaval.