01/08/2023
Las zonas tratadas con quemas prescritas han sido fundamentales para reducir la gravedad del incendio.
El mapa de severidad del incendio declarado el mediodía del martes 25 de julio ha revelado que tan solo 113 de las 431 hectáreas comprendidas dentro del perímetro del fuego presentan una afección de alta intensidad. Es decir tan solo un 26% de la superficie quemada presenta daños de mucha gravedad, lo que supone un muy buen dato. Además, gran parte de esta zona son matorrales de retama.
Un 38%, algo más de 163 hectáreas, sufrieron una afección de media intensidad y un 36%, casi 154 hectáreas, o no fueron quemadas o el daño es de baja intensidad. Son los datos extraídos de la inspección de la zona una vez que el incendio se dio por controlado el pasado jueves aunque aún continúan las labores de liquidación hasta darlo por extinguido.
El jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, explicó que las quemas prescritas fueron fundamentales para poder frenar el incendio y limitar su extensión. “En los Altos de Pozo, una zona muy tratada con fuego técnico, se aprecia claramente como la cabeza del incendio se frena muchísimo y eso impide que el fuego avance hacia la zona de Camaretas, la zona alta de San Mateo e incluso Valsequillo”, aseguró.
Sin estas zonas que actuaron de cortafuegos, el potencial del incendio era de unas 3.000 hectáreas hacia el norte y unas 8.000 hacia el sur. Asimismo consiguieron frenar totalmente las llamas en las zonas militares e infraestructuras de telecomunicación que hay en la zona de Pico de las Nieves, lo que salvaguardó al personal que estaba en estas instalaciones e impidió daños económicos muy graves.
“En toda la zona afectada por el incendio se puede apreciar con claridad la diferencia entre las zonas tratadas con fuego técnico y las no tratadas. No solo porque se frenen las llamas, sino porque se aprecia la diferencia de intensidad entre un fuego de copa que deja zonas de pinar muy dañadas y otras en la que el fuego solo actuó en la superficie, apenas afectó a los árboles e incluso dejó algo de mantillo natural sin quemar