24/07/2023
24/07/2023 - El sistema europeo de alerta rápida para alimentos y piensos (RASFF) ha lanzado una preocupante alerta sanitaria en España debido al hallazgo de un lote de sandías procedentes de Marruecos que contiene niveles elevados de un pesticida no autorizado, el metomilo.
Según las autoridades, durante un control fronterizo se descubrió que las sandías marroquíes contenían restos de metomilo en una proporción significativamente superior al límite permitido en el mercado europeo. Mientras que el Límite Máximo de Residuos (LMR) para este pesticida está establecido en 0,015 mg/kg-ppm, se detectaron niveles de 0,38+/-0,19 mg/kg-ppm en las sandías interceptadas.
La gravedad de la situación llevó al sistema europeo de alerta rápida a calificar este incidente como "grave", aunque hasta el momento no se ha revelado información sobre la distribución específica de las sandías afectadas en España.
El metomilo es un pesticida que, en ciertas circunstancias, puede tener consecuencias graves para la salud humana. Los síntomas de intoxicación por esta sustancia incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores, debilidad muscular y visión borrosa. Las autoridades advierten que la combinación del metomilo con el consumo de alcohol puede tener impactos negativos en el sistema nervioso central y periférico, y potencialmente provocar fallos renales.
En vista de esta alerta, las autoridades sanitarias instan a los consumidores a ser cautelosos y evitar el consumo de sandías de procedencia marroquí hasta que se resuelva completamente esta situación. Aquellos que hayan adquirido sandías procedentes de Marruecos en los últimos días se les recomienda abstenerse de consumirlas y estar atentos a cualquier síntoma o malestar, buscando atención médica si es necesario.
Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva para determinar cómo estas sandías con niveles elevados de metomilo llegaron al mercado y asegurarse de que no haya más productos afectados circulando en el país. La seguridad alimentaria es una prioridad, y es esencial garantizar que los productos que llegan a los consumidores cumplan con los estándares y normativas establecidas para proteger la salud pública. Se espera que se tomen las medidas adecuadas para evitar riesgos para la salud y prevenir futuros incidentes similares.
