El Consistorio cerrará el próximo jueves 1 de agosto el tráfico de Paseo desde las 08:00 hasta las 18:00 horas, para poder retirar adecuadamente la maquinaria y las barreras de hormigón que fueron utilizados para asegurar la zona y delimitar el perímetro de la obra
Las Palmas de Gran Canaria, martes 30 de julio de 2019.- El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha culminado los trabajos que ha realizado en la ladera del Paseo de Chil para afianzar y garantizar la seguridad de vecinos y conductores de la zona, tras ceder el pasado mes de abril una estructura de contención.
Una vez finalizada la obra de reparación del muro, varias áreas municipales se han coordinado para proceder el próximo jueves 1 de agosto a cerrar el tráfico en Paseo de Chil, en el tramo comprendido entre la calle Capitán Eliseo López Orduña y Bravo Murillo, desde las 08:00 hasta las 18:00 horas, para poder retirar adecuadamente la maquinaria y las barreras de hormigón tipo New Jersey que fueron utilizados para asegurar la zona y delimitar el perímetro de la obra. Para sustraer las barreras será necesario utilizar varios camiones de carga y una grúa.
El Consistorio restablecerá el tráfico en la zona, habilitando nuevamente todos los carriles de circulación, dejando libre el carril bici, que fue utilizado por los vehículos de forma temporal debido a la incidencia ocurrida en la ladera de Cuyás cuando concluyan a las 18:00 horas del próximo jueves los trabajos de retirada de las barreras de protección.
El jueves día 1, mientras duren los trabajos de retirada de las barreras y para garantizar el flujo del tráfico en la zona, el Ayuntamiento habilitará varias alternativas al tráfico, una para los vehículos que circulen de norte a sur, que consiste en girar por Barranquillo Don Zoilo para dirigirse a Pérez del Toro o la calle León y Castillo. Y una segunda para los vehículos que se dirigen de sur a norte, que consiste en girar en Paseo de Chil por la calle José Bosch y Sintes y dirigirse posteriormente hacia Tomás Morales.
Las actuaciones realizadas para la estabilización de Ladera de Cuyás hacia El Paseo de Chil, tras el derrumbe producido el pasado mes de abril se han basado en técnicas de consolidación del terreno mediante hormigón proyectado y anclajes activos. Se han ejecutado diferentes fases de estabilización ejecutando un muro en sentido descendente. La excavación se ha realizado por niveles, seguida de la perforación de los anclajes activos al terreno, ejecutando líneas de anclajes y hormigón proyectado armado sucesivamente protegiendo en todo momento las estructuras de las viviendas superiores.
Para garantizar la estabilidad del terreno inicialmente, se ha tenido que aportar mas de 150 m3 de material creando un talud que soporte el terreno inestable. Se han empleado 756 metros lineales de anclajes de cable permanentes con longitudes superiores a los 10 metros de profundidad, reforzándose con hormigón proyectado con un volumen de más de 180 m3, empleando mas de 1500 m2 de refuerzo de armado de mallas de acero, realizando refuerzos adicionales en los muros de piedra existentes con malla de triple torsión de acero del alta resistencia. Finalmente, se han retirado en la obra mas de 800 m3 de material desprendido.
Durante los trabajos se ha controlado topográficamente las estructuras existentes, así como el frente de talud para detectar posibles movimientos del terreno. Dichos trabajos se prolongarán durante un mes aproximadamente para controlar todo el conjunto en servicio.
Para evitar los efectos adversos de las aguas filtradas, se ha procedido a ejecutar una red de mas de 50 drenajes de 4 metros de longitud repartidos por toda la superficie, que evitan cualquier tipo de presión de aguas filtradas.
Desde el inicio de las obras y periódicamente se han estado realizando mediciones topográficas para el control de la estabilidad de la ladera y las estructuras de las viviendas, dichos controles se prolongarán para garantizar que no exista ningún movimiento hasta la finalización de los trabajos.
La estructura afectada, de propiedad privada, estaba formada por un gunitado de hormigón y acero encima de la tierra que servía de contención a la ladera. Los técnicos municipales consideraron que las lluvias pudieron ser la causa de que cediera la ladera.