Una historia que María narra a todo aquel que le pregunta, así contaba ayer, como sus padre emigraron a Cuba, la época de Franco y la tarjeta de racionamiento o como llegaron a Valsequillo en 1953 gracias a una oferta de trabajo que recibió su padre para trabajar en un pozo. Desde entonces esta localidad ha sido su hogar y sus gentes parte de su propia historia, como Manolito “El Árabe”o el párroco “Negrín” a quién ayer recordaba narrando algunas anécdotas.
Todos los presentes comprobaron su buen salud, con los achaques propios de la edad, una edad a la que ha llegado dice a base de buenos potajes. Esta vecina, gran conversadora, habló sobre como ha cambiado la vida en este último siglo y como ha evolucionado la sociedad, aunque recrimina a los jóvenes que “hoy lo tienen todo y no quieren nada”.
Una celebración en el que también se le quiso entregar un ramo de flores en nombre del municipio y en la que no faltó la tarta de cumpleaños y las velas que sopló rodeada de sus sus seres queridos y de los miembros del grupo de gobierno.