San Bartolomé de Tirajana ha perdido definitivamente este viernes a uno de sus hijos más queridos y apreciados, Antonio Santana Quintana ‘El Pichi’, un extraordinario y verdadero maestro de la vida y de los juegos infantiles tradicionales, que en 1988 fue reconocido por nuestro Ayuntamiento con la medalla de oro del municipio por sus méritos deportivos.
El Pichi (Tunte, 1937) ha fallecido, pero en la memoria colectiva de los vecinos de todo el municipio quedará grabada para siempre su deslumbrante humanidad y sus siempre desbordante generosidad y eterna alegría. Nunca agradeceremos por completo su perenne altruismo social y la entrega y disposición permanentes que siempre mostró para hacernos felices a todos, sobre todo a los más niños.
No existe pueblo o barrio de San Bartolomé de Tirajana donde no latan vivos los testimonios de cariño que El Pichi despertaba a cada paso entre los vecinos, sobremanera entre la chiquillería más pequeña, por su nobleza y su contagioso amor a la vida sencilla, y por su característico arte personal para desplegar con virguería mil y un malabarismos con un trompo o una pelota.
El hijo de Juanito el guardia, como le conocíamos en Tunte, sentía verdadera pasión por el fútbol, tanta que a los 53 años todavía seguía jugando federado como el futbolista activo más longevo de España. Y hasta que lo dejó, siempre jugó limpio y nunca fue expulsado de un terreno de juego. “Yo no le pagaría a nadie por jugar al fútbol. Es un juego como otro cualquiera y siempre tendría que ser amateur”, decía.
Su vocación, clase y maestría le llevaron jugar federado desde los 14 años en los equipos de Tunte, Fataga, Agüimes, Ingenio, Vecindario, Santa Lucía, El Tablero y San Nicolás, en Las Palmas. Nunca le importó caminar lo que fuera necesario para jugar al fútbol donde fuera. Fue un juego que desde niño practicó con pelotas de trapo hechas con medias, e incluso con naranjas verdes, porque eran más duras.
Pero Antonio Santana Quintana fue mucho más que un futbolista capaz de dar más de 2.400 toques seguidos a un balón de reglamento. En su historial siempre figurará que también fue un auténtico malabarista del trompo y un genuino especialista de los juegos canarios tradicionales. En el año 2013 colaboró con nuestro Ayuntamiento impartiendo un taller de juguetes artesanales como pitos y flautas de caña y coches de verguilla, enfocado a generar autoempleo en el ámbito de la animación turística.
Su humildad no tenía límites. En su primera clase le dijo a sus alumnos: “Si miran a los niños con el amor y la ternura de la inocencia verán que la vida no se entiende ni se puede explicar sin el juego, y para hacer un juguete sirve cualquier apaño”.
Creo sinceramente que la memoria humana y el memorial hacer de El Pichi respecto al juego pasarán a nuestra historia para hacerlo por siempre nuestro. Su recuerdo será tan longevo como longevas fueron su actividad deportiva y sus fervientes, admiradas y educativas intervenciones lúdicas con los niños en las Ferias de la Zafra que se celebran en El Tablero, y en las fiestas del municipio.
Desde aquí quiero trasladar a sus familiares y amigos nuestro más hondo pesar por esta pérdida colectiva. En San Bartolomé de Tirajana la memoria de Antonio Santana Quintana ‘El Pichi’ se merece el premio de ser eterna.
En San Bartolomé de Tirajana, a 15 de enero de 2016
Fdo.- Marco Aurelio Pérez Sánchez