Miles de personas se animan a tapear sobre cientos de sabores en el contorno nocturno del Faro de Maspalomas La exposición gastronómica ‘Sabores del Mundo’ y el concurso pictórico ‘Pincelada de Sabores’ logran un viernes diferente a la orilla del mar tirajanero
La noche del viernes 11 de diciembre fue totalmente distinta en Maspalomas. En el entorno de la zona comercial de Meloneras, y bajo la protección del majestuoso Faro de Maspalomas, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana programó una cita gastronómica, con una cultural asociada, que constituyó un auténtico éxito. El doble certamen logró reunir a miles de personas en la explanada que sostiene la torre lumínica icono de la zona turística ‘Maspalomas Costa Canaria’. Unidos en el tiempo, ‘Sabores del Mundo’ y ‘Pincelada de Sabores’ deleitaron a los más exigentes en las dos vertientes.
La presencia de catorce establecimientos de restauración, dos bodegas y uno de cerveza artesanal fue concitando a curiosos e informados que pasaban por cada uno de los estand ubicados bajo carpas a lo largo de la plaza, mientras un juego de luces proyectado sobre la torre del Faro llamaba la atención de cuantos pasaban por la avenida y alrededores. Conforme pasaban las horas y la oscuridad se adueñaba de la Punta de Maspalomas. En el escenario todo se ponía a punto para las actuaciones de ‘Salvapantallas’, ‘Última llave’ y ‘Quelingtaifas’, que levantaron del suelo los pies de los asistentes, algunos incluso con tapa y copa en mano. Los trabajadores del departamento municipal de Desarrollo Local ponían el máximo esmero en que ningún detalle quedara a la improvisación.
En el intermedio de la programación se procedió a la entrega de premios del concurso de pintura rápida. El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez Sánchez, la primera teniente de alcalde, Elena Álamo Vega, y el director insular de Industria y Comercio, Juan Manuel Gabella, entregaron los premios a los tres primeros clasificados, Lia Atteca Moreno, Mariana Palomino Ramos y Luis Salazar Cruz, que también obtuvieron recompensa económica de 1.500, 1.000 y 500 euros respectivamente. Una noche distinta, con sabores y sensaciones peculiares, y no solo en el ámbito de la cocina. Hubo también sabores artísticos, reflejados en el concurso de pintura paralelo y en los distintos estilos musicales que se sucedieron en el escenario. Diversión gastronómico-musical en el Faro de Maspalomas, que se prolongó hasta la medianoche, con la acústica del sonido del timple de ‘Quelingtaifas’.
