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La Guardia Civil ha denunciado a una persona por el uso indebido de un arma de fuego.
07 de julio de 2015.- La Guardia Civil del Puesto Principal de Santa María de Guía, en Gran Canaria, ha procedido a la denuncia administrativa de una persona en el municipio de Gáldar, vecino del mismo, por una infracción al Reglamento de Armas regulado en el Real Decreto 137/1993, de 29 de enero.
Inicio de la investigación
A raíz de la circulación de un vídeo, a través del aplicativo Whatsapp, en la zona norte de Gran Canaria, donde se aprecia una persona haciendo uso de un arma de fuego -concretamente realizando 3 detonaciones con una escopeta de caza-, para celebrar el reciente ascenso de categoría del club de fútbol Unión Deportiva Las Palmas, los componentes del citado Puesto realizan las pertinentes pesquisas para identificar al autor de los disparos.
Localización y denuncia
Mediante el análisis de las imágenes, precisamente el estudio del lugar de la acción y de las características de la escopeta utilizada, la Guardia Civil pudo localizar e identificar al autor de los citados disparos, procediéndose el pasado día 06 a denunciarlo por una infracción al artículo 156, aparatado h, del Reglamento de Armas regulado en el mencionado Real Decreto.
El referido artículo sanciona como infracción grave el uso de cualesquiera clase de armas de fuego reglamentarias, con omisión de o insuficiencia de las preceptivas medidas de seguridad para garantizar la seguridad de las personas y las cosas, llevando aparejado diversas medidas como una multa económica –desde 300 a 6.000 euros-, la retirada de las armas y municiones objeto de la infracción, así como de las guías de pertenencia correspondientes a las mismas, desde seis meses y un día hasta dos años de duración.
Entre las diversas medidas de seguridad en el empleo de las armas de fuego hay que destacar una muy importante:
Nunca dispare al aire.
Los proyectiles abandonan el cañón a velocidades que oscilan entre los 280 metros por segundo (M/S) y los 1.000 ms, dependiendo de cada arma, y realizan posteriormente una trayectoria curva; tras alcanzar su altura máxima, la velocidad de caída de los proyectiles se incrementa, por lo que son un peligro más que evidente para las personas, animales o cosas que se puedan encontrar en su zona de caída.