La Feria de la Infancia y la Juventud “Planeta Gran Canaria”, organizada por el Cabildo de Gran Canaria estas navidades en el Recinto Ferial de Canarias (Infecar) ha batido este año todos los récords, con más de 26.000 asistentes y 24.500 kilos de comida recolectados como entrada solidaria, según los datos aportados por el Banco de Alimentos. El consejero de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Álamo, máximo responsable de la organización en esta edición, ha resaltado que el éxito de este año se debe al enorme esfuerzo solidario de los grancanarios y al trabajo coordinado del personal del Área Social del Cabildo de Gran Canaria, Infecar y el Banco de Alimentos.
Planeta GC registró, el pasado viernes, el récord de entradas a la Feria de la Infancia y la Juventud de los últimos tres años. El goteo de familias cargadas con bolsas de comida no se detuvo durante los últimos días de la feria, que recibió una media de más de 3000 visitantes al día, más propia de iniciativas como Fisaldo que de las que se destinan al público infantil. El resultado: el récord del viernes volvió a batirse el sábado y se volvió a superar el domingo.
El Consejero de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Álamo, señalaba, pocas horas antes del final de la feria, que la clave para definir el éxito de la iniciativa era "el éxito de la solidaridad. "Las cifras están ahí, en los alimentos recibidos por el Banco de Alimentos y las entradas compradas en taquilla", precisó José Miguel Álamo, "Ha sido todo un éxito y ya lo predecíamos el día de la inauguración. Anticipábamos que queríamos superar los 15.000 visitantes y se ha conseguido ampliamente , gracias al trabajo del personal del Cabildo de Gran Canaria, de Infecar y del Banco de Alimentos y a la solidaridad de los ciudadanos y las ciudadanas de Gran Canaria. Los grancanarios han mostrado, una vez más, su gran sensibilidad y muchas ganas de participar. La palabra clave es sensibilidad, en un momento en que hay familias que están pasándolo mal en unas fechas como éstas".
Álamo reseñó también que la colaboración con el Banco de Alimentos comenzó en la feria del año pasado y que éste ha recibido una subvención de 22.000 euros para mantener su nave en Mercalaspalmas en este ejercicio. El consejero resaltó que el Cabildo pretende estar donde otras administraciones públicas no llegan y que, al contrario de la tendencia de muchas de éstas en tiempo de crisis, ha apostado por mantener y mejorar las subvenciones a ong,s, consciente de la importancia del trabajo que hacen en estos momentos. También se felicitó porque miles de grancanarios han optado por Planeta GC para pasar el día en familia, haciendo cosas junto a sus hijos.
La coordinadora de actividades de la Escuela de Circo de Planeta GC, Gisele Chaulet, mostraba también su satisfacción por el resultado de la iniciativa mientras se maquillaba para subir a la escena del Pabellón C, a participar en uno de los últimos pases de "El laboratorio de la risa". Éste es el título de uno de los tres montajes que se han mostrado al público durante estos días. "La verdad es que estoy sorprendida por la cantidad de gente que ha venido y por su predisposición, por sus ganas de probarlo todo. Los talleres estaban desbordados todo el tiempo. Hemos llegado a tener 56 niños en uno. Los montajes teatrales también han sido un éxito y han desplazado a los talleres en los pases, a pesar de que establecimos un buen espacio para acoger al público. La animación ha enganchado al público y creo que todo esto se debe al acierto de elegir el tema del circo. Ha sido genial. La gente nos preguntaba cuándo repetiremos actividades de este tipo".
Con ella coinciden dos de los responsables de talleres, Daniel Guimerá y Mayli Anta, de La Granuja. "Es la mejor feria de los últimos tres años en cuanto a público. Creemos que ha ayudado mucho la concentración de actividades y también ha sido de peso la elección de la temática: el circo".
El área Gamer también quemaba ayer sus últimos cartuchos, coordinada por Pedro Hache. El sábado se jugó durante todo el día la final de Pro Evolution Soccer. Oculus y Minecraft seguían triunfando en un pabellón en el que los adolescentes se repartían entre juegos de deportes, de lucha y en red. Los más jóvenes probaban fortuna con el baile de la XBOX Kinect o se concentraban en el área de aplicaciones y robótica. Los gamers de Gran Canaria aprovechaban la suerte increíble de poder jugar con lo más novedoso del mercado a cambio de un kilo de comida o tres simples euros.