Los vecinos de Cercados de Espino le han brindado este fin de semana un entrañable y cálido homenaje de reconocimiento y consideración a la abuela más longeva del pueblo, Doña Josefa Valerón López, por su reciente cumpleaños centenario.En la fiesta, organizada por los propios vecinos en las dependencias del Centro de Mayores, Josefita Valerón estuvo rodeada de familiares y amigos, que la felicitaron con un enorme pastel y un ramo de 100 rosas rojas como muestra de gratitud por su enorme carisma humano y su gran vinculación cotidiana a la vida del pueblo a lo largo de toda su trayectoria personal.
Esta mujer centenaria, hija de Juan Valerón González y Carmen León López, ha sido siempre muy querida y apreciada por los habitantes de Cercados de Espino debido a la gran vitalidad que siempre ha derramado, incluso de mayor, pero sobre todo por el amor y cariño que siempre ha mostrado a todos sus convecinos y de manera especial hacia los más pequeños.
Su casa también se convierte cada septiembre, durante las fiestas del pueblo y después de la misa en honor a la Virgen de Los Dolores y el Santo Cristo, en un lugar de peregrinación y de reencuentro para todos los vecinos del pueblo que en su día emigraron a otras latitudes.
La abuela centenaria de Cercados de Espino ha ido perdiendo la vista y hace unos tres años que ya no va a nadar a las piscinas, pero le siguen encantando los pepitos y las hamburguesas.
Nació el 25 de octubre de 1914. Durante su vida ha conocido "el paso de tres monedas", dice, y las penurias de una guerra civil y de dos guerras mundiales. Los organizadores pospusieron la celebración de su cumpleaños hasta que recibió el alta médica por la bajada de tensión que le produjo la emoción al enterarse de los preparativos de su fiesta.
Recuerdos
Entre sus recuerdos más lúcidos están los rezos que su familia hacía antes de comer sentados alrededor del mantel que su madre ponía en el suelo, y también la imagen de su hermano Pepe, cuyo trabajo en los tomateros ella cubría cariñosamente para que él pudiera dedicarse en la orilla a copiar manuscritos con los que aprendió a leer y escribir.
Otros recuerdos imborrables de Josefa Valerón López apuntan hacia su esposo Miguel Santana Valerón y hacia sus cuatro hijos: María, Dolores, Juana y Miguel, todos alumbrados en su propia casa con la ayuda de una silla y la atención comadrona de su tía Nieves y de Pinito León. A su descendencia se suman ahora 7 nietos y 5 biznietos contando al que viene en camino."Me casé con 28 años, y el cura don Antonio collado nos regaló dos escudillas. Mi madre vestía de negro porque había muerto un familiar. La comida de la boda la festejamos con chocolate, arroz y tortillas". También recuerda a sus 8 hermanos, de los que sólo Dolores con 86 años sigue viva; y los enormes trabajos que pasaron los vecinos para acarrear el agua y las piedras con las que los hombres de Cercados de Espino construyeron su iglesia; y como llegó hasta ella la imagen de su patrona la Virgen de Los Dolores, que primero pasó por El Pajar y después por Peñones. "De allí la trajimos en procesión hasta el pueblo. Fue un acontecimiento muy grande", dice.