Luis Suárez analizó la incidencia de las enfermedades no transmisibles en el sistema de salud debido al aumento de los pacientes crónicos
El director del Área de Salud de Gran Canaria, Luis Suárez, participó esta mañana, junto al alcalde de Agüimes, Antonio Morales, el consejero de Política Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Álamo, el gerente del Área de Salud de Gran Canaria, Carlos Jorge, y el director del Plan General de Salud Comunitaria de Agüimes, Pedro Martín, en la inauguración de las II Jornadas de Salud Comunitaria de Agüimes.
Durante su intervención, Luis Suárez recordó que la tipología de los pacientes está cambiando, ya que las mejoras técnicas, farmacológicas y asistenciales están logrando una mayor eficiencia en enfermedades que, a pesar de no curarse, se logra convivir con ellas, por lo que los pacientes se convierten en crónicos y, por tanto, tienen la necesidad de recibir asistencia sanitaria continuada y adecuada a su patología.
"Hace diez años podíamos hablar que el número de pacientes crónicos rondaba el 15% de los usuarios del sistema de salud, a día de hoy ronda el 40%, pero con el paso de algunos años se calcula que podría llegar hasta el 80% de los usuarios del sistema de salud", matizó el director del Área de Salud de Gran Canaria.
La mayoría de los pacientes crónicos sufren enfermedades no transmisibles, es decir aquellas que son generadas por un indebido cuidado de nuestra salud. Estas patologías constituyen la principal causa de muerte a nivel mundial, ya que provocan más defunciones que todas las demás causas juntas y afectan más a las poblaciones de ingresos bajos y medios. Si bien dichas enfermedades han alcanzado proporciones de epidemia, podrían reducirse de manera significativa combatiendo los factores de riesgo y aplicando la detección precoz y los tratamientos oportunos, con lo que se salvarían millones de vidas y se evitarían sufrimientos indecibles.
En esta línea, Luis Suárez insistió en que "de los 57 millones de muertes que tuvieron lugar en el mundo en 2008, 36 millones, es decir el 63%, se debieron a enfermedades no transmisibles, especialmente enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas. Con el aumento del impacto de estas dolencias y el envejecimiento de la población, se prevé que el número de muertes por enfermedades no transmisibles en el mundo seguirá creciendo cada año, y que el mayor crecimiento se producirá en regiones de ingresos bajos y medios.
"Un alto porcentaje de las enfermedades no transmisibles puede prevenirse mediante la reducción de sus cuatro factores de riesgo más importantes: el tabaquismo, el sedentarismo, el uso nocivo del alcohol y las dietas malsanas", matizó el director del Área.
Por último, Luis Suárez aseguró que el sostenimiento económico de los sistemas sanitarios está en juego y que continuar atendiendo las patologías agudas junto al cada vez mayor número de pacientes crónicos hace que la viabilidad del mismo sea difícil y complejo. "Gestores sanitarios, profesionales y usuarios podemos lograr que nuestro sistema siga siendo de calidad y sostenible".