Los dos detenidos por robo de armas en la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria tenían antecedentes.
Los dos detenidos, un militar y un civil, por el robo de las diez pistolas en la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria en junio de este año tenían antecedentes por este mismo hecho, si bien en el caso del militar arrestado la Armada desconocía sus antecedentes por no habérselo notificado el juzgado correspondiente.
El militar que responde a las iniciales de E.A.M., de 28 años de edad, y G.A.S.D., de 30 años de edad, ambos de nacionalidad española, se les detuvo el pasado 29 de julio, tras prácticamente un mes de investigación que ha corrido a cargo de la Guardia Civil en colaboración con el Servicio de Información de la Armada, así como de miembros del Batallón de Zapadores XV de la BRILCAN nºXVI del Ejército de Tierra y del Cuerpo de Infantería de Marina de la Unidad de Seguridad de Canarias (USCAN).
A ambos se les imputa un delito de robo con fuerza en las cosas después de que el resultado de la investigación haya arrojado que los hechos se habrían cometido presuntamente en la madrugada del 25 de junio, en uno de los depósitos de armas de una de las compañías que integran la USCAN, en la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria.
En este sentido, el coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil de la provincia de Las Palmas, Ricardo Arranz, explicó en una rueda de prensa, que la Armada se percató de que faltaban 10 pistolas del modelo STAR 30M el 1 de julio, en uno de sus controles periódicos en los depósitos de armas.
Posteriormente, tras informar de ello a la Guardia Civil, ésta inicio las investigaciones, que le llevaron a sospechar de dos personas, una de ella un soldado que durante la noche del robo se encontraba de servicio en el interior de la base, por lo que se inició una línea de investigación sobre esta persona y su entorno, comprobando que habría realizado una copia de las llaves de uno de los depósitos de armas para acceder al mismo.
En el avance de indagaciones, la Guardia Civil descubrió que el militar habría entregado supuestamente las armas a G.A.S.D., después de haberlas sacado el mismo día del robo del Arsenal Militar al concluir su turno de servicio, para seguidamente esconderlas en la finca El Zumacal, si bien al ser arrendada dicho territorio presuntamente las cambiarían a un solar de la zona del Salta del Negro, donde se recuperaron el 30 de julio.
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VALOR DE HASTA 1.000 EUROS POR PISTOLA
El coronel Arranz apuntó que el motivo que se baraja que les llevó a realizar presuntamente este robo es el económico, si bien "al saltar" el incidente a los medios de comunicación, tuvieron que esperar para venderlas en el mercado negro donde se estima que el valor de cada una está entre los 500 y 1.000 euros.
Añadió que no tienen constancia de que "les diera tiempo a intentar colocarlas" en el mercado negro. Asimismo, puntualizó que las armas "siempre dejan rastro aunque se borren", subrayando que en España el mercado de armas "es complicado".
En cuanto a la situación actual de los dos detenidos, que serán juzgados por la vía militar debido a que uno de los implicados es soldado y son hechos acaecidos en instancias de la Armada, el militar está en prisión, mientras que el civil está en libertad con cargos.
Respecto a las penas a las que se enfrentan por el presunto robo de armas está entre dos y ocho años de cárcel. Asimismo, el coronel Arranz apuntó que probablemente la condena al militar lleve implícita su expulsión de la Armada.
Por su parte, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, incidió en que este es un "caso aislado", resaltando que la Armada "es ajena" al comportamiento "delictivo" de una persona que llevaba seis años en el cuerpo.
Finalmente, Hernández Bento puntualizó, en relación a la desaparición de dos pistolas cortas a un particular, también en la Base Naval, que "no tiene nada que ver" con el robo de las diez armas, e incidió en que en este último caso se trata de una "desaparición" no de un robo.