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Después de los tres tramos nocturnos del viernes en los que los WRC de Fernando Capdevila y Didier Auriol acabaron separados por sólo cuatro décimas, el arranque de esta segunda etapa abrió una brecha importante en esas dos primeras posiciones. El francés, campeón del mundo en 1994, se hizo con su segundo scratch, muy fructífero porque lo situaba líder sólido con casi 20’’ sobre el tinerfeño, que se lamentaba de una elección de neumáticos que no era la ideal para las condiciones de este tramo de ‘Teror-Festina’.
Este TC4 fue fatal para las opciones de Luis Monzón, cuyo MINI JCW WRC llegó a meta con un palier tocado y le caía un minuto y 45 segundos, tiempo que lo alejaba incluso de la tercera posición gracias al buen registro del Porsche 997 GT3 de Sergio Vallejo. Finalmente esta pieza se rompía camino de la siguiente especial y tenía que decir también adiós. Precisamente fue en ‘San Mateo-DISA’, cerca del cruce de Fontanales, donde otro de los WRC, el de Capdevila, debía abandonar también. Auriol se quedaba así totalmente solo en cabeza seguido por Sergio Vallejo y José Mari Ponce (BMW M3), que obtenía así premio a su constancia. El gallego acertó en la monta de neumáticos pero sufrió mucho en Telde al averiarse el limpiaparabrisas de su coche, precisamente lo mismo que le ocurrió al mayor de los hermanos Ponce.