Un videomarcador de millón y medio de euros.

El blog de Txema Santana
Tres datos por el momento. Habrá ampliación.
1) Gran Canaria es la única sede del Mundobasket 2014 que no tenía pabellón construido de cara a la celebración de la competición más importante para el basket de selecciones, tras los JJOO (aunque esto parece cuestión de criterios ;) )
2) El proyecto inicial del Gran Canaria Arena se elevaba a 66 millones de euros, que finalmente, dado que se premiaba lo económico en las ofertas -eximiendo bajas temerarias muy de moda en estos días- se adjudicó por poco más de 54 millones de euros, que son 57 con IGIC.  Y desde ayer ha pasado a costar 69.9 millones, con la aprobación de un modificado por parte de la Junta Rectora del Instituto Insular de Deportes (de unos 11 millones de euros). Al final de la obra, evaluaremos, pero es probable que sobrepase los 75 millones de euros.

Videomarcador incluido en una de las propuestas hechas por Colosseo.

3) El videomarcador que coronará el Gran Canaria Arena costará casi 1,5 millones de euros, lo construirá Daktronic, una empresa estadounidense; al videomarcador aspiraron nueve empresas, aunque finalmente se decidió entre un trío. Las dos ofertas perdedoras (una italiana y otra eslovaca) que inicialmente apostaron por una instalación que ascendía a poco más de 800.000 euros. Fuentes de ambas empresas (Mondo y Colosseo) denuncian que se les pidió insistentemente desde Gran Canaria que “subieran el precio añadiendo otros luminosos que irían en el pabellón”, a pesar de que su presupuesto inicial se adaptaba al precio que aparecía en el proyecto adjudicado al videomarcador. Y subieron hasta que llegaron hasta cerca del 1,5 millones de euros. Similar a la oferta americana. En cualquier caso, por extraño que parezca, el precio computaba un 10% de los puntos a la hora de adjudicar su construcción. Claro, que no lo adjudicaba una institución pública, sino la UTE que construye el pabellón. Si fuera un concurso público, el 10% de puntuación final al precio sería inviable. Pero, si el presupuesto para el videomarcador en el proyecto era menor que el adjudicado ¿De dónde sale el millón de euros que falta? La respuesta, probablemente, se apruebe en los próximos días. Colosseo, cuya matriz es Monogram Technologies, con sede en Bratislava, había hecho una oferta original por 824.310 euros. Todo ello con tecnología Nichia, empresa japonesa líder del sector de luminosos LED, que hacía encarecer el proyecto en más de 300.000 euros con respecto a la tecnología NationStar, corporación china y cuyo precio se acercaba más a las posibilidades del proyecto inicial. La otra empresa que optaba a la adjudicación de la construcción e instalación del videomarcador, la italiana Mondo, asegura tres cuartos de lo mismo a quién la quiera escuchar.