Teror (Gran Canaria) | 07-09-2013
La Ofrenda Romería a la Virgen del Pino congregó este sábado a más de 40.000 personas, en una jornada marcada por la constante llegada de peregrinos a Teror desde primera hora de la mañana. La Romería transcurrió con una gran fluidez y la participación tranquila de ciudadanos y autoridades de todos los lugares del archipiélago, y en especial, de los municipios de Gran Canaria. Este año se ha percibido un mayor volumen en las ofrendas de los distintos municipios de Gran Canaria, que podría supera las 20 toneladas de alimentos.
La 62ª edición congregó como es habitual en Teror a toda Gran Canaria, con la participación de los ayuntamientos y el Cabildo de la isla, con su presidente José Miguel Bravo de Laguna a la cabeza, además de las representaciones de Candelaria (Tenerife), Fuerteventura y Lanzarote.
Las tradicionales carretas municipales; las canciones más populares del cancionero canario; los productos de la tierra; la vestimenta típica y, sobre todo, el fervor religioso y la solidaridad, se entremezclan un año más en la fiesta grande de los grancanarios.
Como ya sucediera en la pasada edición, el área de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo grancanario, que coordina Larry Álvarez, organizó la participación de 44 niños y niñas de los 21 municipios de la isla (dos de ellos, en representación del Cabildo de Gran Canaria) que recitaron ante la Virgen unas décimas alusivas a la idiosincrasia de cada uno de los municipios y que fueron compuestas por el profesor de la ULPGC Yeray Rodríguez, presentador del acto junto al periodista Antonio Betancor. Como novedad, la Romería-Ofrenda contó con un intérprete del lenguaje de signos.
La carroza de la villa mariana abrió la romería, siguiéndolas a continuación las del Cabildo, La Aldea, Mogán, San Bartolomé de Tirajana, Artenara, Valsequillo, San Mateo, Santa María de Guía, Ingenio, Gáldar, Arucas, Santa Brígida, Telde, Valleseco, Moya, Agüimes, Santa Lucía de Tirajana, Firgas, Agaete, Las Palmas de Gran Canaria y, cerrando, Tejeda.
Una de las carretas más llamativas de esta 62º edición fue la que diseño para el Cabildo Fernando Benítez, 'Gran Canaria, ése es mi nombre', que trasladó a Teror gran cantidad de productos específicos del campo grancanario, provenientes de la Granja Agrícola Experimental y de fincas de la cumbre. Casi 600 kilos de fruta y verdura (piñas de plátanos topocho, mangos, papayos, tomates, papas, peras, ciruelas, pitahayas, tunos, granadas, berenjenas, uvas de mesa y calabazas), a los que se sumaron otros productos transformados: mermeladas de manzana, pera, higo, fresa, papaya y albaricoque, almíbares, sidra, vino, miel, quesos y aceites con la denominación de origen de Gran Canaria, incluidos los ganadores de las principales catas insulares de de 2013 (categorías de vino, queso, miel y aceite).
El folclorista y belenista Fernando Benítez, que afrontó por quinto año consecutivo la realización de la carreta del Cabildo, trabajó para la ocasión en un diseño "que juega con las composiciones florales y sus colores, así como con los productos de nuestra apreciada huerta, sus aromas y los granos y semillas con los cuales se ha elaborado una alegoría del manto verde que estrenara Nuestra Señora en 1980 con motivo de las Bodas de Diamante".
Como en años anteriores, se activó un plan especial de seguridad y emergencias, que incluyó el corte de carreteras y el control de acceso al Casco de Teror.
ACFI PRESS