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Según los datos
aportados por los artesanos participantes, la recaudación directa global superó
los 250.000 euros
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El consejero Juan
Domínguez señala que la calidad de la producción y la apuesta de la Fedac por mejorar las ferias
inciden en el éxito de estas muestras
La satisfacción de la Fundación para la Etnografía y el
Desarrollo de la Artesanía Canaria
(Fedac) y de los artesanos que participaron entre los días 9 y 18 de agosto en
la sexta Feria de Artesanía Faro de Maspalomas es mayúscula, al haberse
incrementado en un 50% el nivel de ventas con respecto a años anteriores.
El vicepresidente primero del Cabildo de Gran
Canaria y presidente de la Fedac ,
Juan Domínguez, afirma que según los datos ofrecidos por los propios
participantes en esta edición se han superado los 250.000 euros de venta
directa, una cifra que en las próximas semanas se verá aumentada al
cumplimentarse los encargos realizados durante la muestra.
Los 66 participantes mostraron ayer su satisfacción
al comprobar las altas cifras de recaudación realizadas en los diez días de la
muestra, horas antes de que ésta finalizara. De hecho, las ventas oscilaban
entonces entre un mínimo de 1.000 y un máximo de 7.000 euros por artesano, lo
que supone un importe global de más 250.000 euros, un 50% más que en en 2011 y
2012, cuando las ventas superaron los 120.000 euros.
Juan Domínguez asegura que este incremento en la
recaudación es fruto del esfuerzo realizado tanto por la Fedac , que ha mejorado
considerablemente la estética, el contenido y la publicidad de las muestras
incorporando actividades paralelas como la pasarela Desfila Artesanía,
actuaciones foclóricas o talleres, como el mérito de los propios artesanos, que
han sabido innovar y ajustar su oferta al público objetivo de esta feria, que
está conformado principalmente por turistas que buscan un souvenir original y
de calidad.
Más de 35.000 personas visitaron durante estos diez la Feria de Artesanía Faro de
Maspalomas en la que las creaciones de joyería y de marroquinería fueron las
grandes protagonistas por ser los más demandados, si bien los representantes
del resto de oficios tradicionales manifestaron su alto nivel de satisfacción
en las ventas.
El perfil de los visitantes de esta edición cambió
con respecto a años anteriores, disminuyendo considerablemente el número de
turistas peninsulares y aumentando el de los extranjeros.